Si miramos la recuperación medioambiental que se ha producido durante el período de confinamiento, no puedo evitar pensar en qué va a suceder ahora que se empieza a regresar a los entornos de trabajo. ¿Somos ahora más conscientes del impacto sobre el medio ambiente o será la sostenibilidad algo que olvidaremos con el deseo de liberarnos de nuestro confinamiento en casa y quedará en un segundo plano con la recuperación económica como prioridad?
Por mi parte, me gustaría pensar que la recuperación no será un “ejercicio en el que todo vale” y que también se tendrá en consideración cómo podemos mantener algunos de los impactos positivos que ha tenido esta crisis. Personalmente, revisaré en todo momento y con gran cuidado si todos los viajes de negocios que yo mismo o mi equipo nos planteemos son realmente necesarios o si la tecnología que todos conocemos y utilizamos durante los últimos meses puede resultar una alternativa no sólo eficaz sino más sostenible.
Sospecho que los entornos de trabajo, las oficinas a las que volvemos, serán considerablemente distintas a aquellas que conocíamos, y espero que los objetivos de compromiso medioambiental que todos habíamos adquirido no se pierdan. La sostenibilidad ha alcanzado un punto de inflexión y los empleados y consumidores ya lo solicitan de forma habitual, empujando a que sean muchas las empresas que tengan que dar un paso adelante en su asunción. Desde mi posición como responsable de negocio en Tecnofim he visto ciertamente en primera persona estas acciones positivas, con muchos de nuestros usuarios de servicios de impresión en entornos business eligiendo nuestros productos por sus credenciales ecológicas y su capacidad de ayudarles a impulsar la sostenibilidad en sus centros de trabajo.
Impactos positivos
Revisando nuestros datos de ventas del pasado ejercicio fiscal, a nivel europeo, sabemos que las unidades de impresoras business inkjet vendidas en ese período por sí solas tienen el potencial de reducir el consumo energético de las empresas en aproximadamente 65,2 millones de kWh por año en toda Europa, comparado con el uso de impresoras láser equivalentes. Esto, además, permitiría una reducción de emisiones de CO2 de alrededor de 22 800 toneladas anuales – un volumen que requeriría un millón de árboles por año para ser absorbido.
Estas cifras no solo muestran el impacto positivo de una pequeña acción como elegir correctamente una tecnología en lugar de otra, sino que también ayuda a confirmar el sentido que tiene hacerlo para las empresas.
Reducir el consume energético en esas cantidades equivale a un ahorro en costes anual de unos 7,6 millones de euros. Es decir, 7,6 millones de euros que las empresas europeas pueden ahorrar cada año y destinar a inversiones en otras funciones -y todo ello, solo por cambiar de tecnología de impresión, pasando del láser a la impresión business inkjet de Tecnofim.
Y son muchos los que me han escuchado decirlo antes, todos estos ahorros se consiguen sin poner en riesgo absolutamente nada para la empresa. La funcionalidad de una impresora business inkjet es tan buena, si no mejor, que las impresoras láser – a pesar de mitos habituales que sugieren la dirección contraria. Y con una impression de la primera página mucho más rápida, lo que implica una mayor productividad, fácil integración y un canal de soporte siempre disponible y de alta eficiencia, sustituir equipos láser ya obsoletos por esta tecnología sin calor tiene todo el sentido, económico y medioambiental.
Así que, para responder a mi propia pregunta: sí, creo que podemos trabajar en paralelo la recuperación económica y sostenible. También creo que una visión sostenible puede ayudar a alcanzar una recuperación económica mucho más temprana.
Esto requerirá de nosotros que tomemos las decisiones acertadas, en nuestras acciones e inversiones, pero es totalmente realizable.